Lo dejamos claro desde el inicio: Megan Anderson ha dicho “Sayonara baby” a las peleas de MMA y no parece tener intención de volver para otra guerra sobre la lona. Pero ojo, porque la australiana está pensando en cambiar la jaula por el ring y saltar al mundillo del boxeo de influencers. Sí, lo has escuchado bien. Una de las peleadoras que ha dado más qué hablar en el octágono ahora coquetea con la idea de subir al cuadrilátero y ponerse los guantes para intercambiar guantazos con los “estrellas” de las redes sociales.
Hablemos de la trayectoria de Anderson. Esta peleadora de origen australiano causó revuelo en las MMA femeninas gracias a su demoledora potencia física y alcance. En su paso por el UFC, Anderson se enfrentó a pesos pesados de la categoría como Holly Holm y Amanda Nunes. Nunes, una máquina demoledora que transita entre los pesos gallo y pluma como quien camina por su barrio, le pasó por encima con la facilidad de un tren a una bicicleta oxidada. Pero no nos engañemos, Anderson no es ninguna novata. Su habilidad para mantenerse firme bajo presión, unida a su capacidad para conectar patadas con precisión quirúrgica, la hicieron destacar entre sus pares.
Ahora, el rumor suena fuerte: Anderson estaría dispuesta a cambiar de rumbo y probar sus habilidades en el universo del boxeo de influencers. Este giro puede sonar como una renuncia para algunos puristas de las MMA, pero para Anderson significa nuevos retos sin los compromisos de un entrenamiento constante y abrasivo que exige el octágono.
Cuando le preguntaron directamente sobre su posible retorno a las MMA, su respuesta fue tan contundente como una patada frontal bien colocada: “No tengo deseos de volver a las MMA”. Parece bien claro que esta pelea ya la ha dado, y que ahora busca un nuevo cuadrilátero para demostrar su destreza. Aunque algunos escépticos podrían cuestionar esta movida hacia el mundo del entretenimiento boxístico impulsado por la fama de las redes sociales, Anderson lo ve como una oportunidad para, quizás, usar su plataforma para causas personales mientras mantiene activos a sus seguidores y sin desatender su legado en el pez más grande: el UFC.
¿Qué espera la afición de esta posible transición? Obviamente, sacar conclusiones en estas aguas turbias del boxeo de influencers es complicado. El rincón del ring de los influencers tiene nombres que poco tienen que ver con el talento o el mérito deportivo. Pero para Anderson esto podría significar un capítulo emocionante, un nuevo campo de batalla donde las normas, aunque más relajadas que las de la jaula, requieren un ajuste estratégico en su juego.
Para los que aman este deporte, el paso de los guerreros a otros campos puede parecer casi sacrílego. Pero Anderson es una pionera, y su decisión podría animar a otras peleadoras a buscar expansión en sus carreras fuera del octágono. ¿Será esto una tendencia? El tiempo lo dirá.
En conclusión, Megan Anderson ha decidido cerrar el capítulo de las MMA, o al menos dejarlo en pausa. Si alguna vez se encuentra nuevamente dentro de la jaula de acero, no será por falta de habilidades, sino porque habrá encontrado una nueva arena donde seguir superando sus límites.
¿Qué piensas de este movimiento? ¿Crees que veremos a Megan brillar bajo las luces del ring? Exprésate con nosotros.