Leon Edwards, el campeón welter de UFC, no es alguien que huya de la verdad, y cuando se le pregunta sobre la derrota más dolorosa de su carrera, no se anda con rodeos. Señala a Kamaru Usman, quien lo venció de manera despiadada en 2015. “Me pateó el trasero, sin rodeos”, admite Edwards. Pero deja claro: “Me encantaría una revancha”.
Para aquellos que han estado viviendo bajo una roca, el episodio que Edwards recuerda no fue una simple derrota; fue una lección en el arte del dominio. Usman, conocido por su implacable presión y lucha sólida como una roca, aniquiló a Edwards con una combinación brutal de derribos y control en el suelo. Fue una clínica en grappling y dominio estratégico.
La lucha entre Edwards y Usman tuvo lugar en Orlando, Florida, el 19 de diciembre de 2015, durante el evento UFC on FOX 17. Desde ese entonces, ambos peleadores han recorrido caminos distintos para finalmente encontrarse en la cima de la división. Mientras Usman se coronó como el rey indiscutido de los welter y defendió exitosamente su título varias veces, el camino de Edwards fue más complicado, lleno de cancelaciones y controversias, pero siempre avanzando como cazador silencioso.
Edwards, apodado “Rocky” por una razón, ha afilado sus habilidades desde entonces. Su juego en pie ha evolucionado, destacándose por sus combinaciones precisas y su capacidad de contraataque letal. Su defensa contra derribos, un punto débil en el pasado, ha cerrado brechas gracias a innumerables horas en el gimnasio.
“Estoy listo para demostrar cuánto he evolucionado desde aquella noche”, afirma Edwards con una mezcla agresiva de confianza y anhelo. Y no es solo habladuría; sus victorias recientes reflejan su transformación de joven prospecto a un depredador pulido, dispuesto a destruir cualquier amenaza.
Imaginar una revancha entre Edwards y Usman en el presente sería visualizar un enfrentamiento de titanes, donde cada segundo cuenta. Usman, aún con su magistral control y presión, se enfrentarían a un Edwards distinto, más sabio y astuto. Un combate de estrategias y ferocidad donde el más mínimo error podría ser fatal.
Este posible enfrentamiento no es solo un choque de habilidades, es una colisión de historias, de legados en construcción. Edwards no solo busca redención personal, sino también establecer su dominio en la cima. Para él, una revancha no es opcional, es inevitable.
Con Usman sin cinta amarilla y entrenando para recuperar su corona, el choque parece ser cuestión de tiempo. La comunidad de las MMA ya tiembla con la expectativa de ver a estos dos guerreros cerrar el capítulo que en 2015 quedó inconcluso. Y cuando ocurra, será explosivo.
En conclusión, Edwards no solo quiere volver a enfrentarse a Usman, está preparado para escribir su propio destino. Así que, fans de las MMA, manténganse en sintonía y prepárense para una guerra que podría redefinir la división welter. Porque si algo hemos aprendido de Leon Edwards es que las segundas oportunidades no solo se toman, se arrebatan con fiereza.
¿Crees que Edwards tiene lo necesario para destronar a Usman en una revancha? Déjanos tus pensamientos y prepárate para una batalla épica que podría estar en el horizonte.