En un mundo donde los atletas de élite se embolsan millones con cada combate, resulta impactante encontrar una ausencia total de peleadores de MMA en la lista de los 100 atletas mejor pagados. Sí, has leído bien. Ni un solo guerrero de la jaula ha logrado colarse en el codiciado ranking del dinero. Todo mientras seis boxeadores, incluyendo al polémico Jake Paul, están contando billetes de manera obscena.
El boxeo, ese eterno rival de la MMA en cuestiones de pago, sigue demostrando que, a pesar de contar con menos eventos en comparación, los dólares fluyen a borbotones. La inclusión de Jake Paul, un YouTuber convertido en boxeador, es un recordatorio brutal de cómo la mercadotecnia y la audiencia pueden superar la técnica y el desgaste físico.
¿Dónde están esos atronadores campeones de la UFC que llenan estadios y rompen récords de pay-per-view? Parece que Dana White y compañía deberían revisar su estructura de premios si quieren mantener a sus guerreros contentos y, más aún, en su roster. Mientras Conor McGregor había sido una excepción en años anteriores, esta vez el irlandés extravagante no hizo el corte, dejando la pregunta candente: ¿qué está pasando con las bolsas de MMA?
La UFC domina las artes marciales mixtas, no hay duda. Con eventos espectaculares que alimentan la bestia del entretenimiento, ver a sus estrellas fuera del Top 100 de ganancias duele como un golpe bajo. El orgullo de quienes defienden la rodiña de octágono parece estar algo desteñido en cuanto a florines.
Todo esto aún masticándose, mientras Jake “The Problem Child” Paul, un tipo más famoso por su contenido en redes que por su gancho de izquierda, sigue amontonando dinero como si fueran figuras de acción. Sí, ha explotado su fama con astucia, llevando sus careos a números astronómicos y dejando que los dólares hablen, mientras peleadores de la talla de Israel Adesanya y Jon Jones, quienes han derramado sangre real en la jaula, miran desde la lateral.
¿Qué están haciendo mal las grandes ligas de las MMA? Para muchos, es evidente que el sistema de pagos necesita una revisión urgente. Porque este deporte no solo merece respeto en la jerarquía del entretenimiento deportivo, también merece un reconocimiento económico justo para sus luchadores.
El impacto es claro: si no se aceleran los cambios y no se comienzan a repartir con mayor justicia esos contratos billonarios, podemos ver un éxodo hacia otras promociones o deportes donde el esfuerzo realmente coincida con el cheque. Porque al final del día, después de cerrar la jaula, cada golpe, cada rodillazo cuenta, y los peleadores de MMA merecen que su sacrificio sea recompensado.
Tal vez la UFC deba subirse al ring del mercadeo y propulsar sus estrellas a niveles que desafíen el trono del boxeo en términos de remuneración. Peleas épicas, estrategias aguerridas, movimientos técnicos exquisitamente ejecutados: el espectáculo está ahí, falta que el bolsillo también lo reconozca.
Así que, seguidores de la UFC, ¿qué opinan? ¿Deberían los peleadores de MMA recibir su merecido lugar en el listado millonario, o este deporte seguirá entregando gloria más que oro a sus campeones? Hagan ruido, compartan su voz. El combate aún no ha terminado.