Dustin Poirier descarta a Paddy Pimblett para su pelea de retiro: ‘Es solo para leyendas, amigo’. ¡Boom! Dustin Poirier, uno de los guerreros más feroces de las 155 libras, no se anda con rodeos cuando se trata de poner un punto y aparte en su carrera. Ha dejado claro que su última batalla dentro de la jaula no será contra Paddy Pimblett. Y es que Poirier todavía tiene pólvora para enfrentar a un verdadero coloso, no a un novato inventado. Está buscando un duelo de titanes, uno para cerrar su legado como corresponde.
Hablemos en serio, el nombre de Poirier está grabado en la memoria del UFC por clásicos como sus guerras con Conor McGregor, Justin Gaethje y esa inolvidable trilogía contra Eddie Alvarez donde nos dieron cátedra de lo que es dejar la piel. Con puños que son como martillos neumáticos y un corazón de indomable guerrillero, Poirier no busca otro paycheck en su carrera, sino una pelea real que honre todo lo que ha conseguido en las artes marciales mixtas.
Para el “Diamante” de Louisiana, despedirse del octágono significa hacerle frente a una leyenda a su nivel. Olvida a Pimblett, el británico puede estar despuntando, pero no está en el radar de Poirier, no mientras siga sin enfrentar en verdadero infierno en la jaula. Aquí se pelea para ser recordado, y eso pide un adversario de peso. Quiere una pelea que rompa moldes, que resuene en los anales del UFC.
Poirier ha insinuado que su despedida podría ser en 2023, en condiciones ideales, esperando que el calendario de la UFC juegue a su favor. Mientras tanto, sigue afilando sus herramientas como un artesano del knock-out, un juego de pie calculado que puede desmantelar defensas y un jiu-jitsu que ya ha probado ser letal. Suena perfectamente lógico que quiera medir estas habilidades una última vez contra el calibre de Nate Diaz, Tony Ferguson, o ¿por qué no? cerrar su épica rivalidad con McGregor, si el irlandés recupera el hambre de gloria.
El mensaje de Poirier a la UFC está claro: “Dame a alguien con legado, porque si me despido, lo haré por la puerta grande”. Y la afición lo sabe, la emoción está asegurada. Poirier no es de los que se echa para atrás, su última entrada al octágono será un canto de guerra que no te querrás perder.
El impacto en el ranking será legendario. Si Poirier sale victorioso, esto reafirmará su lugar inmortal en la historia del deporte. Y aunque el ranking podríamos olvidarlo después de una retirada, el verdadero reto es dentro de la jaula. Así que, atentos a las fechas, porque si una leyenda va a dejar la jaula, será con fuegos artificiales y un épico final que no te perdonarás perder.
Comparte tu opinión: ¿Quién crees que debe ser el rival de Poirier en su última danza? Porque esto es para recordar.