En una noche electrizante, el octágono ardió durante el UFC 312 cuando Dricus Du Plessis y Sean Strickland chocaron nuevamente en una contienda que prometía ser legendaria. Este evento fue un festín para los amantes del MMA, llevado a cabo en una ciudad de las luces y la pelea – Los Ángeles, el 23 de diciembre de 2023. La revancha entre estos dos toros se gestó con sed de sangre y promesas de ajuste de cuentas.
En la primera campanada, ambos guerreros avanzaron con intención homicida, pero fue Du Plessis quien tomó el centro del octágono controlando el ritmo desde el inicio. Conocido por su estilo agresivo y un striking poco ortodoxo, ‘Stillknocks’ no dudó en aplicar presión continua, lanzando altos volúmenes de golpes que, aunque algunos descontrolados, mostraron que su plan era agotar a Strickland.
Por otro lado, Strickland, apodado el ‘pistolero’, demostró la paciencia táctica que le caracteriza. Utilizando su juego de pies y guardia alta, evitó daños mayores, buscando oportunidades para contraatacar con precisión quirúrgica. Los clinches que ambos utilizaron en el primer round fueron momentos de pura tensión, pero el sudafricano Du Plessis estaba más que listo para desmarcarse y llevar la pelea nuevamente al intercambio de golpes.
El segundo round fue una muestra de maestría táctica por parte de ambos luchadores. Du Plessis, con una clara intención de afianzar su dominio, aprovechó cada intento de Strickland de acortar distancias para castigarle con rodillas al cuerpo en el pliegue. A pesar de ser empujado hacia atrás, Strickland no dejó de buscar la apertura perfecta, exhibiendo una defensa formidable mientras esperaba el momento justo para resetear y contraatacar.
Du Plessis sabía que debía tener cuidado. La última vez, un par de errores en el último minuto le costaron caro. Strickland, hábil en capitalizar el fallo ajeno, no era alguien a quien deseases regalar un segundo de descuido. La esquina de Du Plessis le aconsejó ajustes menores en su juego — inclinar su peso y usar más fintas para hacer caer a Strickland en sus trampas.
Al entrar en el tercer asalto, se notaba el cansancio. Sin embargo, desbordaron en coraje y determinación para continuar. Fue un round de intercambios brutales donde ambos luchadores no rehusaron poner todo sobre la mesa. Fue en los últimos minutos cuando Du Plessis, con un poderoso gancho de izquierda seguido de un uppercut devastador, hizo tambalear a Strickland. Aunque el estadounidense logró mantenerse en pie, su resistencia pendía de un hilo.
Strickland, con el corazón de un verdadero guerrero, hizo lo posible para mantener la pelea competitiva, pero la presión constante de Du Plessis, junto con su precisión en los momentos críticos, sellaron el destino del enfrentamiento por decisión unánime.
Al sonar la campana final, el auditorio rugió; Du Plessis se llevó la victoria, y el anticipo de su ascenso en la categoría de peso mediano creció todavía más. La carrera de Strickland, aunque marcada por derrotas recientes, sigue siendo relevante dada su capacidad para mantenerse rentable en los intercambios más duros.
La victoria solidifica a Du Plessis como un contendiente serio para cualquier título futuro. Los fanáticos de todo el mundo ahora especulan contra quién podría medirse después de esta exhibición. Tal vez enfrentarse al ganador de otra contienda de la noche, quemando así el camino hacia la cima.
Desde una perspectiva técnica, este enfrentamiento no solo nos mostró brutalidad y fuerza, sino también ajustes tácticos que definieron el destino del combate. Aquí no hubo espacio para el error, y eso hizo que cada movimiento, cada golpe, cada respiración, fuera una razón más para recordar la noche en que Du Plessis se posicionó más cerca de los grandes nombres del UFC.
No olvides compartir tu opinión abajo en los comentarios. ¿Quién debería ser el próximo rival de Du Plessis? ¿Puede Strickland regresar más fuerte? La discusión está abierta y la pasión del octágono nunca duerme.