Henry Cejudo, el triple campeón, nos dejó un sabor amargo en su reciente pelea contra Song Yadong, y no precisamente por falencias en su técnica, sino por un incidente amargo que dejó mucho de qué hablar. Durante el electrizante duelo que tuvo lugar en el bullicioso T-Mobile Arena en Las Vegas el pasado sábado, Cejudo se encontró en una posición inesperada: “Estaba viendo doble”, declaró después del combate, refiriéndose al flagrante dedo en el ojo que lo dejó tambaleando.
El enfrentamiento, que prometía ser una obra maestra de la técnica y la agresión, se convirtió en un caos cuando, en un intercambio cercano, Yadong, conocido por su striking explosivo, extendió su mano un poco más de lo necesario. El resultado fue una interrupción que no solo alteró el ritmo de Cejudo, sino que prácticamente le nubló el campo de visión.
Henry, maestro del juego de pie y del grappling, se caracteriza por su velocidad letal y su habilidad para cambiar niveles, moviéndose como un rayo entre el striking y el derribo. Pero con la visión distorsionada, fue como si le quitaran una de sus armas. De repente, Yadong tenía una ventaja que Cejudo no podía contrarrestar con precisión.
El evento en sí fue una parada estratégica en la carrera de Cejudo, buscando reafirmarse en el ranking tras su regreso del retiro. Para Song, fue una oportunidad dorada de cimentar su nombre entre la élite, aprovechando su arsenal de golpes brutales y su juego de piernas casi impredecible.
Sin embargo, para Cejudo, ser interrumpido en un marco tan crítico dejó una espina que no ha tardado en mostrar. “Quiero esa revancha. Quiero demostrar que lo que pasó esa noche no fue el reflejo de mis habilidades”, clamó con firmeza.
Y claro, lo que está en juego no es solo la reputación de Cejudo, sino la configuración futura de la división. Una victoria contundente en una revancha podría posicionarlo una vez más a tiro del campeonato, mientras que una segunda derrota podría relegarlo al purgatorio de contendientes en espera.
A medida que el polvo se asienta, la comunidad de las MMA está dividida. Algunos argumentan que Yadong debería haber sido penalizado más severamente, mientras que otros defienden que fue un accidente sin intención maliciosa. Lo que es innegable es que ambos peleadores merecen otra oportunidad de batirse en condiciones equitativas, sin interferencias que alteren el destino de lo que podría ser un clásico instantáneo.
Con orquestas de golpes aún resonando en la memoria, la fecha potencial de una revancha está en la mira, y los fanáticos están más que listos para ver cómo Cejudo se levanta, con ambos ojos puestos en el premio: no solo contra su oponente, sino contra cualquier perturbación dentro de la jaula. Porque aquí no se trata solo de peleas, se trata de legado y redención. Así que ajusten sus agendas, porque lo que viene promete ser una batalla de titanes en su máxima expresión.
Comparte tu opinión, ¿debería haber una revancha directa con Song Yadong? ¿Es Cejudo todavía el mismo imparable campeón de siempre? La discusión está servida.