Henry Cejudo, el autoproclamado “Triple C”, quizás debería considerar colgar los guantes tras UFC Seattle, si le haces caso a las declaraciones de Asu Almabayev. Hablando en rueda de prensa, Almabayev no se mordió la lengua al subrayar la naturaleza desgastante del MMA: “Este es un deporte para jóvenes”.
El futuro de Cejudo se tambalea sobre un borde afilado. Después de su regreso en mayo de este año, tras una ausencia que dejó al octágono vacío de su presencia por tres largos años, el tiempo parece haber cobrado factura. A sus 36 años, Cejudo ya no es el joven prodigio que deslumbraba con su rapidísimo golpeo y su impecable lucha olímpica.
El evento en Seattle ha sido un campo de batalla crucial, subrayando la importancia de la juventud en este deporte despiadado. Enfrentarse a una jaula llena de sangre nueva significa que los veteranos necesitan no solo habilidad, sino también la chispa y la velocidad que se desvanecen con la edad.
Almabayev enfatizó que el tiempo es implacable en el mundo del MMA. “La energía, la recuperación, la resistencia. Son cosas que empiezas a perder con cada cumpleaños que pasa, y se muestran en la jaula”. La velocidad mental para tomar decisiones en fracciones de segundo y el aguante para soportar asaltos brutales no se pueden subestimar.
En cuanto a las habilidades puras, Cejudo sigue siendo un titán. Su técnica de wrestling es como una telaraña: una vez atrapado, no hay escapatoria. Sin embargo, las artes marciales mixtas han evolucionado. Hay jóvenes que crecen sabiendo combinar BJJ, Muay Thai, y lucha con una fluidez que desconcierta a los veteranos.
Si Cejudo decide continuar, necesita una estrategia que salte de la experiencia. Aprovechar cada gramo de su sabiduría en combate, desde el dominio del judo hasta un striking perfeccionado a puro golpe de combate, deberá ser su carta maestra. Pero, como Almabayev insinúa, a veces el alma del guerrero es más joven de lo que permite el cuerpo.
Para Almabayev, quien ha sacudido el ranking con su rapidez y agresividad, enfrentarse a Cejudo post-seattle no sería sólo un desafío, sino un establecimiento de autoridad en la categoría. “Hemos visto noticias de muchas ceremonias de despedida, pero pocos regresos valen la pena. Es tiempo de que los grandes dejen paso”, aseveró.
El combate en Seattle fue un recordatorio de que en este deporte no se perdona: o vas hacia adelante o te quedas en el camino. Y para Cejudo, es ahora el tiempo de elegir si sigue rompiendo muros en un deporte que es menos amable con los años o si se retira con el nombre aún brillante como una leyenda en las páginas del MMA.
El nombre Cejudo siempre resonará, pero será su próximo movimiento el que decidirá si aún resonará con fuerza o se desvanecerá en solemnidad. ¿Debería el “Triple C” colgar los guantes o aún hay peleas dignas en su horizonte? Solo él puede decidir, pero la jaula será quien dicte si sigue siendo digno.
Comparte tus pensamientos, pelea como espectador o comenta como si estuvieras en el centro del octágono. Cejudo, ¿retirarse ahora o jamás?