Lo vamos a decir sin rodeos: Jake Paul ha lanzado dardos envenenados hacia Canelo Álvarez luego de que la tan esperada “superpelea” se fue al traste antes de siquiera tocar la mesa. Paul, conocido tanto por su lengua afilada como por su poder de KO, no ha perdido tiempo en prenderle fuego a Canelo tras el fallido acuerdo.
Este no es un simple encuentro de fanfarronería de redes sociales. Estamos hablando de un potencial enfrentamiento que prometía ser un espectáculo de boxeo, una disputa donde las apuestas estaban tan altas como su promoción. Pero, como suele pasar en este sórdido mundo de pactos y promesas, la burbuja estalló antes de que siquiera pudiésemos ver el primer round.
La tensión comenzó a subir cuando las negociaciones entre los dos campos se estancaron más que un LFA en una mala posición de guardia. Jake Paul, el youtuber convertido a boxeador con un récord polémico pero innegable en la escena pugilística, no tardó en expresar su frustración. “Canelo, deja de hacer sombra y entra a la verdadera batalla”, dijo Paul. Y vamos, no se le puede culpar por querer una pieza del pastel más codiciado del boxeo actual.
Canelo Álvarez, el mexicano que ha hecho de la defensa y el contraataque un arte en el ring, no se ha dejado intimidar por las provocaciones. A pesar de los pesares, la verdad es que el interés mediático detrás de este enfrentamiento sería tan grande que hasta los que se hacen llamar puristas del boxeo se verían tentados a sintonizar.
Lo interesante es que, mientras Paul le tira golpes verbales, Canelo sigue su camino con oponentes de calibre igual o superior. La cancelación del combate, más que un golpe estratégico, es una evidencia de que el mundo de Paul y el de Álvarez giran en órbitas diferentes. Uno, buscando establecerse en el deporte que ama, y el otro, aferrándose al trono de rey del ring.
Este fiasco tendrá repercusiones. El declive de un boxeo que deambula entre el espectáculo y la tradición pugilística de los grandes nombres. En cuanto a rankings, Canelo sigue sin necesidad de un triunfo ante un influencer para validar su legado. Mientras, Paul se queda con ganas de morderle algo al león de Guadalajara.
Para los fanáticos deseosos de ver chispas entre estos dos mundos chocando, mantengan la guardia en alto y los guantes listos, porque como sabemos, en este coliseo llamado boxeo, nunca se puede descartar el regreso de cualquier combate hasta que se escuche la campana final.
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