¡Levántense, fanáticos del octágono! Aquí estamos para desmenuzar la última bomba de UFC Seattle. De esos eventos donde los kilos de testosterona y adrenalina podían cortarse con un cuchillo. Henry Cejudo, el triple campeón que no necesita presentación, vivió un calvario tras la controversia generada por un brutal “eye poke” cortesía de Song Yadong. Y si pensabas que las peleas en la jaula eran peligrosas, bueno, intenta evitar un dedo volador directo al globo ocular.
En un evento cargado de drama, donde cada pelea parecía más intensa que la anterior, Cejudo y Yadong subieron al octágono con la promesa de fuego cruzado. Sin embargo, lo que ocurrió fue un recordatorio desafortunado de que, en MMA, un segundo de descuido puede costar caro. Era el tercer asalto y ambos gladiadores estaban dejando todo en la jaula, cuando un movimiento negligente de Yadong terminó en un “eye poke” que dejó a Cejudo viendo doble.
El público quedó electrificado. Algunos abuchearon, otros quedaron en silencio, mientras que el árbitro detenía la acción para que Cejudo pudiera ser atendido. Pero digan lo que digan, en el mundo del MMA no hay lugar para los cobardes, y Cejudo, conocido por su tenacidad y espíritu indomable, optó por continuar la batalla a pesar de tal adversidad.
Dejando de lado el drama oftalmológico, analicemos lo que ocurrió antes del incidente. Cejudo, con su excelso historial como olímpico y ex campeón de dos divisiones, usó su característico ritmo agresivo y sus transiciones de wrestling para intentar controlar a Yadong, un joven lobo, aguerrido y con hambre de gloria. Song, con su striking afilado y su capacidad para conectar golpes precisos, complicó la estrategia de Cejudo más de una vez.
Las tarjetas de los jueces estaban al rojo vivo. Antes del incidente del “eye poke”, la pelea se perfilaba para ser una de esas batallas ajustadas, donde cada detalle cuenta. Con Cejudo ahora viendo doble, su capacidad para adelantarse a los movimientos de Yadong se vio seriamente comprometida. Sin embargo, en una declaración casi desafiante, Cejudo afirmó después del combate a los medios: “No son dos ojos los que definen a un campeón, es el corazón en el pecho”.
Ahora, las secuelas de este percance no pueden ser ignoradas. El panorama de Cejudo y su posicionamiento en los rankings va a tambalearse más que un borracho en lunes por la mañana. Plantado en el ojo de la tormenta, Cejudo necesita evaluar su recuperación cuidadosamente. El UFC, conocido por no detenerse ante nada, deberá decidir si se lanzará una revancha o si Cejudo se tomará un tiempo indefinido para recuperarse al cien por ciento.
Por su parte, Song Yadong, que seguramente no quería ver empañada su victoria con esta controversia, tendrá que seguir demostrando que merece estar en la élite con peleas decisivas y triunfos sin tacha. Un ojo en el calendario y otro –sin intención de hacer juego de palabras– en los rankings, porque este incidente añade un capítulo inesperado a su carrera.
Así queda la noche fatídica en Seattle, un recordatorio del lado sombrío e impredecible de la jaula. Porque aquí, en el brutal teatro del MMA, el único resultado seguro es que nada está garantizado y cada pelea es una ruleta rusa. Mientras todos esperamos la próxima carta que juegue el destino, ¿qué piensan los fanáticos? ¿Cejudo debería buscar revancha inmediata o tomarse el tiempo para recuperarse plenamente? ¡Amen la jaula o déjenla, pero nunca le den la espalda!