En la jaula de UFC Vegas 102, Jared Cannonier y Robocop Rodrigues se encontraron cara a cara en una velada que prometía dinamita. En un choque de estilos, Cannonier, el “bombardero del desierto”, hizo gala de su brutalidad característica enfrentándose a Rodrigues, un acorazado en pie y experto en grappling. La noche del 15 de octubre de 2023 fue testigo del salvajismo y la táctica entre estos pesos medios en el UFC APEX de Las Vegas.
El evento central dejó claro que Cannonier no viene a pasear, viene a destrozar. Desde el primer asalto, su velocidad y potencia se hicieron sentir. Explosivo como siempre, se plantó dispuesto a cortarle el paso a cualquiera que se le cruce. ¿Y Rodrigues? Su plan fue llevar la pelea al suelo, un territorio donde se siente como pez en el agua. Como buen maestro del BJJ, su objetivo era claro: aniquilar a Cannonier con una sumisión precisa.
Sin embargo, este no era un duelo para pusilánimes. Cannonier mostró lo que significa tener dinamita en los puños, lanzando un arsenal de golpes que pusieron a prueba la mandíbula de Rodrigues. A pesar de los intentos desesperados de takedown por parte de Rodrigues, Cannonier mantuvo su postura, negándose a ser arrastrado al océano peligroso del jiu-jitsu de su rival.
En cuanto a estadísticas, Cannonier, quien llegó con un récord imponente, no dejó dudas sobre su intención de seguir escalando posiciones en la élite de peso medio. Rodrigues, por su parte, trataba de ajustar su estrategia para frenar el asalto del ariete norteamericano, pero las cartas estaban echadas. Este choque de titanes era una prueba de hierro para ambos, cada uno con su destino y legado en juego.
Las declaraciones post-pelea de Cannonier fueron un grito de guerra, un aviso a la división: “No estoy aquí para aguantar, estoy aquí para derribar. Uno por uno, caerán. Hoy fue Rodrigues, mañana será quien ose interponerse”. La confianza del norteamericano era tan sólida como el acero, reflejada en su desempeño descomunal dentro del octágono. Rodrigues, por otro lado, asumió la derrota con dignidad, sabiendo que la jaula te da revanchas si las buscas con rabia y dedicación.
El impacto en las clasificaciones es inevitable. Cannonier ha elevado su posición, acercándose peligrosamente a una nueva oportunidad por el cinturón. Rodrigues, aunque afectado en su camino, seguramente no desaparecerá sin dar pelea; es un guerrero que sabe levantarse, y el MMA es un deporte que premia la resiliencia y la adaptación.
Otra noche de UFC Vegas que nos recuerda por qué amamos este deporte. Peleas que desafían a la lógica, combates que sacuden almas y dejar un legado que los guerreros escriben con sudor y sangre. Ahora, es cuestión de tiempo para saber a quién enfrentará Cannonier en su próxima batalla en busca de la gloria.
La acción no se detiene, la jaula espera y la ley de la selva del octágono sigue vigente: solo el más fuerte sobrevive. ¿Estás listo para lo próximo? Deja tus comentarios y compártelo. ¡Las guerras no se cuentan solas!