Daniel Cormier, ese guerrero que dejó su huella en la jaula con su poder explosivo y su corazón de león, ha vuelto a apuntar su mirada incendiaria hacia un viejo enemigo. Hablamos de Jon Jones, el controvertido pero innegablemente talentoso peleador que ha hecho tanto en el octágono como en las páginas de escándalos.
Cormier ha sido claro y brutal: “Si has jugado sucio, no entras en el debate del mejor de todos los tiempos”. Estas declaraciones reavivan una rivalidad que ha sido una de las más explosivas y seguidas en la historia del MMA. Y es que, cada vez que sus caminos se cruzaron en el pasado, la intensidad fue tanta que casi podía sentirse el calor desde las gradas. Las batallas de Cormier y Jones no solo fueron un despliegue técnico de golpeo y estrategia abrazadora, sino también un choque de personalidades que electrizó al mundo de la lucha.
Para poner contexto, estamos hablando de dos confrontaciones épicas que definieron carreras. Jones venció a Cormier en dos ocasiones, una vez por decisión unánime y la otra con un KO que fue posteriormente anulada tras un positivo por turinabol, un esteroide anabólico. Es ese tipo de inconsistencias lo que Cormier critica al excluir a Jones de la conversación sobre el GOAT del MMA. En la jaula, Jones es una fuerza de la naturaleza, con su alcance devastador y su pelea cerebral, pero sus repetidas caídas fuera de ella le han dejado cicatrices en su legado.
Dejemos algo claro: Cormier no está desprestigiando las habilidades de Jones. Ningún practicante serio puede cuestionar el talento crudo y el instinto asesino de Jon. Su capacidad para adaptarse, el control en el suelo, y esos codos demoledores son de otro nivel. Pero Cormier sí está arrojando sombra sobre cómo esos logros se ven empañados por el “juego sucio”.
Y aquí nos encontramos, en una encrucijada. Mientras Cormier, ahora retirado, se enfoca en su carrera como comentarista y gurú del análisis de combates, Jon Jones sigue activo, aunque con una nube de controversias siempre a su alrededor. La pregunta queda en el aire: ¿puede alguien con un historial como el de Jones, tanto de victorias y polémicas, ser el mejor de todos los tiempos?
Si bien Cormier no puede cambiar las mentes de sus fans o de los de Jones, sus declaraciones avivan la conversación y mantienen el interés en estas dos leyendas del octágono. La rivalidad nunca se apagará, y el debate sobre el mejor de todos los tiempos seguirá siendo una batalla tan reñida como las que ellos mismos protagonizaron.
Lo que saben ambos guerreros es que, para muchos, el legado es tan importante como la victoria. Y qué es ser el GOAT, si no la perfecta combinación de habilidad, ética, y legado. Como siempre, el veredicto final lo tendrá el tiempo, pero una cosa es segura: las palabras de Cormier han vuelto a poner fuego en un tema que parecía apagado. ¿Y tú, de qué lado estás? Deja tu opinión y sumérgete en el debate.